El mundo de la educación de adultos y la educación a lo largo de la vida ha perdido a una de sus grandes figuras. Paúl Bélanger, incansable defensor del derecho de todas las personas a aprender en cualquier etapa de su vida, ha fallecido dejando un legado que seguirá inspirando a generaciones de educadores y profesionales del aprendizaje permanente.

Desde la Federación Española de Universidades Populares (FEUP), queremos rendir homenaje a su trayectoria y recordar su impacto en la lucha por una educación inclusiva y accesible. Bélanger entendió la educación como una herramienta de transformación social, vinculada a la justicia, la autonomía y la libertad, valores que compartimos desde nuestra red de Universidades Populares en España.

A lo largo de su vida, ocupó puestos clave en organismos internacionales y centros de investigación, siempre con el mismo propósito: garantizar que la educación fuera un derecho para todas las personas, sin importar su edad, origen o situación social. Su labor al frente del Instituto de Educación de la UNESCO en Hamburgo (1989-2000) y como presidente del Consejo Internacional de Educación de Adultos (2000-2011) fue fundamental para el reconocimiento global de la educación de adultos como un pilar esencial del desarrollo humano y la democracia.

Bélanger también destacó en el ámbito académico y de la investigación, publicando libros y estudios que han sido referencia en el campo de la educación permanente. Sus ideas han inspirado políticas y programas que, como los que impulsamos desde la FEUP, buscan acercar la educación a quienes más lo necesitan, favoreciendo su acceso a nuevas oportunidades personales y profesionales.

Su legado nos recuerda que la educación no termina en la infancia o en la juventud, sino que nos acompaña a lo largo de toda la vida. Desde la Federación Española de Universidades Populares, queremos honrar su memoria continuando con nuestra misión de promover el aprendizaje a lo largo de la vida como un derecho y una oportunidad para todas las personas.

Descanse en paz, Paúl Bélanger.