La digitalización y la soledad son dos caras de la misma moneda que afectan directamente a la calidad de vida de los españoles. La sociedad actual, interconectada digitalmente, presenta tanto oportunidades como desafíos en cuanto a bienestar social. Aunque las nuevas tecnologías facilitan la comunicación y el acceso a servicios, también abren una brecha que incrementa el aislamiento, especialmente entre los grupos más vulnerables.

Según el informe del Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida (OICV), la calidad de vida social de los españoles ha disminuido ligeramente en los últimos años. Este descenso revela que, a pesar de vivir en una era digitalizada, la conectividad tecnológica no ha logrado eliminar problemas persistentes como la soledad no deseada. A pesar de la mejora en competencias digitales, muchos españoles aún enfrentan dificultades para adaptarse a los avances tecnológicos, lo que incrementa la desconexión emocional entre generaciones.

El reto de la digitalización: acceso y equidad

En la sociedad digitalizada, tener competencias digitales se ha convertido en un factor clave para mejorar la calidad de vida social. El acceso a internet, el uso de redes sociales y la habilidad para interactuar en entornos virtuales contribuyen significativamente al bienestar de las personas. Sin embargo, esta tecnología no está al alcance de todos por igual. La brecha digital sigue siendo una barrera importante, sobre todo para los grupos de mayor edad, que a menudo carecen de las herramientas o habilidades necesarias para aprovechar el potencial de la digitalización.

Para los más jóvenes, la tecnología es una herramienta de aprendizaje y expansión social, pero para las personas mayores, la digitalización puede ser una forma de combatir la soledad. Plataformas y dispositivos permiten que los mayores se mantengan conectados con sus seres queridos y participen en actividades a distancia. A pesar de ello, muchos de ellos aún encuentran obstáculos para integrarse completamente en este mundo digital, lo que aumenta su sentimiento de aislamiento.

La soledad no deseada: un problema que no entiende de edades

La soledad no deseada es otro de los grandes desafíos de la sociedad actual. Este fenómeno, que afecta a una porción significativa de la población, es especialmente pronunciado entre los jóvenes y los mayores de 80 años. Alrededor del 26 % de los españoles han experimentado soledad no deseada en algún momento de sus vidas, con tasas más altas en los jóvenes menores de 30 años y los mayores de 80.

En los jóvenes, la soledad a menudo está vinculada a la falta de integración social o el acoso escolar, mientras que en los adultos se relaciona con la presión laboral y la falta de tiempo para cultivar relaciones personales. En los mayores, la soledad se asocia a la pérdida de seres queridos, la jubilación y la disminución de las redes de apoyo social, lo que favorece el aislamiento.

Soluciones para un futuro más conectado e inclusivo

Combatir la soledad y reducir la brecha digital requieren esfuerzos coordinados. Fomentar la interacción social presencial, especialmente entre generaciones, es una de las estrategias más eficaces. La combinación de interacciones físicas y digitales puede reducir el aislamiento, pero las personas mayores deben tener acceso a las herramientas necesarias para beneficiarse de estas nuevas tecnologías.

El acceso a conexiones a internet gratuitas, como en centros educativos y residencias de mayores, es una medida que facilita la inclusión digital. Además, iniciativas como el uso de inteligencia artificial pueden ser útiles para mantener conectados a los mayores y reducir la sensación de soledad.

El estudio realizado por el OICV indica que los residentes con mayor calidad de vida digital viven en áreas rurales o en ciudades intermedias, donde la proximidad comunitaria y el acceso a tecnología convergen de forma equilibrada. Estas personas suelen ser hombres de entre 45 y 55 años, con empleos estables en sectores como educación y sanidad, y un nivel socioeconómico medio-alto.

Preocupaciones y bienestar social

El informe también destaca que, entre las principales preocupaciones de los españoles con mejor calidad de vida, figuran temas como la gobernanza política, la soledad no deseada y el edadismo digital. La familia emerge como el pilar fundamental para la felicidad social, y las formas más efectivas para mejorar la calidad de vida incluyen el emprendimiento, la educación y la práctica de actividades culturales y deportivas.

Fuente: cronicanorte.es